Asturias

L'Angliru, por La Vega (Riosa)

LAngliru Longitud: 12,5 km
Altitud: 1582 m
Desnivel: 1273 m
Porcentaje: 10,18 %
Coeficiente: 524

Localización: En la Sierra del Áramo, en pleno centro de Asturias, partiendo desde La Vega (Riosa).

Para llegar a La Vega podemos hacerlo desde la autovía A-66 por Pola de Lena, a través del puerto del Cordal, o bien desde Oviedo por la N-630, acompañando al río Caudal hasta el cruce con la AS-231 que nos lleva a La Vega. Desde la localidad de La Vega (Riosa), tomamos la carretera RI-2, hasta el kilómetro cuatro de la subida, que tomamos la RI-5 dirección Porció hasta la cima..

Especificaciones: La carretera está en perfecto estado. Con señalización horizontal desde el inicio hasta el final. El estado del asfalto es perfecto a pesar de ser una carretera de alta montaña y de sufrir las inclemencias del tiempo.

Fuentes: En La Vega antes de partir, o bien en Porció y en el área recreativa de Via Pará. Muy conveniente llenar bidones en Via Pará teniendo en cuenta lo que nos espera desde allí.

Angliru

Descripción: Pocas cosas faltan por decir del Angliru que no se hayan dicho ya. Quizás solo sirvan experiencias y sensaciones particulares. Enfrentarse al Algliru es tener claro lo que vas a sufrir sobre la bicicleta al mismo tiempo que disfrutas de un puerto único, de unas rampas que piensas imposibles de superar en medio de unos parajes irrepetibles. En pleno mes de julio subiendo el Angliru en medio de una espesa niebla para llegar arriba y disfrutar de un inmenso mar de nubes a tus pies. Eso si que es estar en la cima: tienes el mar y el puerto a tus pies.

Desde La Vega L'Angliru comienza como muchísimos mas puertos en Asturias: rampas duras y muy duras combinadas con otros tramos mas sencillos de afrontar. Así será hasta Via Pará. Tras un tramo casi llano a la altura del área recretiva la carretera se empina directamente hasta el cielo, desde allí podemos tocar con las manos las cumbres graníticas del Áramo, pero, ay lo que queda desde aquí.

Nada mas terminar Via Pará el primer muro: Les Cabanes, una doble curva que nos va a "decir" si estamos en condiciones de afrontar lo que nos queda o es mejor dejarlo para otra ocasión, ya que la pendiente aquí alcanza el 23%. Si hemos pasado con mas o menos dificultad Les Cabanes, tras una pequeña tregua, la carretera se estira, poniendose casi recta durante algo menos de un kilómetro, con una media cercana al 15%, poco, si del Angliru hablamos. Así llegaremos a la curva de Llagos, que nos dará otro breve respiro, para, de nuevo, ponernos mirando al cielo, otra vez por encima del 15% hasta llegar a la zona de Cobayos. Y de ahí en adelante el verdadero infierno: la Cueña les Cabres. Este nombre lo dice todo para cualquier cicloturista. Tras afrontar la última herradura de Cobayos, aparece ante ti, majestuosa, desafiante, eterna la Cueña les Cabres. Casi un kilómetro entero de agonía. Un kilómetro porque te han dicho que es un kilómetro, pues la sensación es de haber recorrido diez. Superar el tramo de La Cueña es haber superado el Angliru, pero no nos confiemos, ya que enseguida el puerto nos va a poner otra vez en nuestro sitio cuando llegamos a L'Aviru. Otra vez por encima del 20%, y un premio extra antes de coronar con les Piedrusines para terminar, la última zona de herraduras antes de llegar a la cima.

Y en la cima, la paz de la montaña, la alegría de haber superado el puerto, la belleza de la zona, las brañas solitarias colgadas literalmente de las montañas, los riscos, también solitarios del Áramo, las vacas, a su rollo..., que cantidad de sensaciones se juntan mientras, en El Balcón del Angliru, relajas tus piernas y tu mente.

Y como ya estamos aquí, hay que acercarse hasta la zona que se utiliza en La Vuelta como línea de meta. Son seiscientos metros de descenso hasta la zona de aparcamiento habilitada, seiscientos metros que luego habrá que ascender..., pero que no podemos dejar de hacer, para, desde allí, casi tocar las antenas del otro gran coloso del Áramo, el Gamoniteiro, que desde el aparcamiento del Angliru está tentando nuestras ambiciones cicloturistas, pero este será en otra ocasión.

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