Localización: Para llegar a Valporquero de Torío lo podemos hacer, si lo hacemos desde León, por la carretera LE-311, remontando el río Torío y las Hoces de Vegacervera, hasta Felmín, donde iniciamos la ascensión. Si en cambio venimos desde el norte, desde Asturias, o bien desde León por la N-630, será en Villamanín donde tomaremos la LE-312, y a través de la Collada de Cármenes llegamos a la localidad de la que toma el nombre, a Cármenes, y ya desde allí de nuevo la LE-311 hasta llegar a Felmín y, al cruzar el río Torío, iniciar la ascensión.
Especificaciones: Buena carretera, con buen firme y señalización horizontal. Suele tener bastante tráfico, sin que sea agobiante, sobre todo en los meses veraniegos.
Fuentes: No hay durante la subida. En Felmín.
Descripción: Valporquero de Torío sería uno de los tantos pueblos de la montaña, un pueblo curioso, con un entorno espectacular, de casas grises de piedra con teja roja, pero solo eso, que no es poco, sino fuese por la espectacular cueva que en este municipio se asienta. Durante siglos los arroyos que bajan de la montaña buscando el río Torío han ido horadando la roca hasta tallar esta espectacular cueva, que cuenta con mas de dos kilómetros y medio visitables divididos en diferentes salas y donde los designios de la naturaleza por un lado, y el capricho del ojo humano por otro, hacen que las formas creadas por el agua en forma de estalactitas y estalagmitas puedan parecer lo que no es, de ahí también los nombres con los que han designado a las diferentes partes de la cueva, tales como Gran Via, Rotonda, Hadas, o en la Sala de las Maravillas figuras como Virgen con Niño, Torre de Pisa, Órgano, etc, etc,. Un lugar magnífico, sin duda.
En lo que a la parte cicloturista y ciclista se refiere, la subida hasta Valporquero es una subida suave, sin grandes porcentajes de dureza, lo que nos hará disfrutar aun mas del espectacular entorno en el que nos encontramos.
Son cuatro kilómetros y medio de subida, con un porcentaje medio de dureza en torno al seis por ciento. La subida se puede prolongar y endurecer un poquito mas, si al llegar al pueblo, y antes de afrontar la bajada hacia la cueva, giramos a la izquierda y buscamo la Atalaya de Valporquero. Serían cuatrocientos metros mas de subida, doscientos de ellos con una buena rampa superior al diez por ciento, pero ese perfil lo presentaremos otro día. Hoy nos centraremos solamente en la subida hasta Valporquero de Torío.
Iniciamos la ascensión en el pueblo de Felmín, justo en el cruce de la carretera LE-311 que nos ha traído hasta aquí, con esta que nos lleva hasta Valporquero y la Cueva. En el puente sobre el río Torío comienza a empinarse la carretera. Estamos en un entorno natural increible. Abajo, en el valle, con las impresionantes Hoces de Vegacervera a la vuelta de la esquina, entre bosques de robles y hayas, la carretera se retuerce varias veces sobre si misma en forma de curvas de herradura para ir ganando altura mientras vamos saliendo un poco del bosque que se abre, dejando paso al verde entremezclado con la piedra, mientras la carretera bordea la falda de la montaña que está frente a Valporquero, para buscar el pueblo en una última recta, larga, casi eterna, no por su dureza, mas bien por su longitud y por las ganas de arribar ya por fin a nuestra meta.
Para acceder a la cueva nos queda completar un pequeño descenso cercano al kilómetro. Allí en este entorno inmejorable podemos descansar con nuestra bicicleta en los merenderos habilitados, o si lo preferimos, en el restaurante que de la cueva.