Localización: Al sur de Cáceres capital. La carretera EX-382 parte de la N-630. Comenzaremos nuestra subida a la altura del cruce en dicha carretera, con las carretereras que llevan a Arroyomolinos, por la derecha, y a Albalá, a la izquierda. Cuando llevamos algo mas de dos kilómetros de ascensión debemos tomar otro cruce, en una rotonda, hacia la localidad de Montanchez, por la EX-281.
Especificaciones: Carretera en perfecto estado hasta llegar a Montanchez, y durante la "circunvalación" del mismo. A partir de ahí el estado del firme se va deteriorando hasta convertirse en practicamente impracticable.
Fuentes: No se apreciaron durante la subida. En Montanchez podemos adentrarnos en el pueblo para llenar los bidones.
Descripción: En plena dehesa extremeña en el centro de la provincia nos encontramos con la localidad de Montanchez, famosa por su gastronomía y por, entre otras cosas, su castillo, que destaca sobre todo lo demás en el cerro en el que se erige todo el pueblo, y dominante sobre él el castillo, atalaya importantísima en la época de la Reconquista, cambiando en varias ocasiones sus moradores, alternando entre moros y cristianos.
Dominando un poco mas si cabe que el castillo, la localidad y toda la comarca, se sitúan el promotorio donde están situadas varias antenas de telecomunicaciones. Es hasta aquí hasta donde subimos hoy en nuestra ruta.
La subida la iniciamos en la carretera EX-382, a la altura del cruce con Arroyomolinos y Albalá. En seguida vamos a notar la dureza de la subida, encontrándonos con alguna rampa superior al diez por ciento es esta primera parte de la subida, que concluirá, una vez llegamos a la rotonda y tomamos la EX-381, que nos lleva directamente a Montanchez. A partir de aquí la dificultad en cuanto a la dureza se incrementa, encontrando rampas antes de llegar al pueblo que rondan el 11 y 12 por ciento. Una vez llegados a Montanchez, tomamos la circunvalación del mismo, dejando para la bajada el paseo por sus calles y la visita al castillo. Las vistas que obtendremos nosotros una vez llegados a las antenas superan con mucho las que hay desde el castillo de Montanchez.
La parte final de la subida, la que nos lleva a las antenas es un sinvivir, al menos en nuestra visita, y por lo que nos dicen sigue siendo igual. La carretera, por llamarla de alguna manera es insufrible. En algunos momentos casi hay que bajarse de la bici y hacerlo a pie. A esto le sumamos la dureza, que una vez hemos dejado atrás el pueblo de Montanchez se ha incrementado hasta llegar a picos del 15%. Si superamos, y lo haremos, con éxito esta parte de la subida, arriba, junto al enjambre de antenas, podemos relajarnos y disfrutar de las vistas espectaculares a toda la comarca de la dehesa extremeña.