Localizacion: En el oeste de la provincia de Salamanca, rayando ya con Portugal. Comenzaremos la ruta en Vega Terrón, a la orilla del Duero.
Especificaciones: Vamos a tener en todo el recorrido carreteras rugosas y bacheadas en muchos casos. El tráfico será escaso.
Encontraremos alguna fuente a lo largo de la ruta, y en todos los pueblos por los que pasemos.
Descripción: El paraje fantástico de las Arribes del Duero, esconde para los amantes de la bicicleta multitud de rutas geniales. Algunas muy duras debido al caprichoso relieve que el encajonamiento del Duero ha ido produciendo con el paso de los años, y los metros de desnivel que hay que salvar para llegar a las localidades de la zona. Otras mas benévolas en cuanto a dureza, pero todas ellas de una gran belleza paisajística, cultural y natural.
Entre este pueblo que dejamos atrás, y el siguiente que encontraremos en nuestro camino, Hinojosa de Duero, fabrican, de forma artesanal, los deliciosos quesos de leche de oveja Arribes de Salamanca.
Continuamos, después de degustar estos riquísimos quesos, en un prolongado descenso por el puerto de la Molinera. Es este un puerto de montaña un tanto peculiar, ya que las dos vertientes del mismo no se unen en la cima, como suele ser lo habitual, si no que lo hacen en el punto mas bajo, en el Puente de la Molinera sobre el río Huebra.
En el descenso suave de este puerto, disfrutando de los cañones moldeados por los ríos y divisando, allá, arriba, el majestuoso vuelo del buitre, numeroso en esta zona, tenemos parada obligatoria en El Cachón del Camaces. Es este un espléndido salto de agua en el río Camaces, del que toma, claro está, el nombre. La cascada es espectacular, sobre todo en primavera o en invierno, cuando el cauce del río es grande. Hay, al lado de la carretera, por lo que no tiene perdida, habilitado un mirador para contemplar la fantástica caída de agua entre las rocas graníticas que rodean el cauce del río.
Tras ascender la vertiente norte del Puerto de la Molinera y pasar por Saucelle y Barruecopardo, tomamos de nuevo dirección sur y recorrer los castros prerromanos de la zona: el del Castillo, en Saldeana, o el de las Merchanas en las cercanias de Lumbrales.
Tras el paso por Cerralbo, con parada obligatoria para contemplar el castillo y el convento, o lo que por desgracia queda de ellos, declarados recientemente Bien de Interés Cultural y un pequeño paso por la comarca del Abadengo tomamos de nuevo la ruta de Las Arribes pasando por Encinasola de los Comendadores y Villasbuenas, para llegar a Barruecopardo y de ahí a Vilvestre, pueblo este último donde tenemos otra parada obligatoria para visitar el “Castillo”, y admirar el taller neolítico que allí se asienta y que muestra el fabuloso enclave que nuestros antepasados eligieron para asentarse, con unas vistas al Duero espectaculares.
Dejamos atrás Vilvestre y proseguimos con nuestra ruta. Este último trayecto será mas tranquilo en cuanto a dificultades orográficas. Llegaremos a Masueco, parada final de nuestra ruta, dejando atrás Cerezal de Peñahorcada y la Zarza de Pumareda.
Si bien Masueco es el destino final en la ruta de hoy, aun nos queda un pequeño trayecto para contemplar el Pozo de los Humos y finalizar nuestro recorrido con otro espectacular salto de agua. Es probable que tengamos que dejar nuestras bicicletas a la custodia de algún establecimiento de la localidad, si hemos venido con ruedas finas, ya que el tramo hasta la cascada es un camino y puede ser perjudicial para la “salud” de nuestras ruedas.
El salto de agua en el río Uces, conocido como Pozo de los Humos es la cascada natural mas espectacular que nos vamos a encontrar en toda la comarca de Las Arribes del Duero. El salto sobrepasa los cincuenta metros, lo que provoca, en su caída, un espléndido panorama para el visitante. Tanto desde este lado, en Masueco, como desde el opuesto en Pereña de la Ribera, el vapor de agua que produce el río Uces en su precipitar, ofrece un espectaculo único.
Con el regusto que nos deja el vapor de agua que se eleva del Pozo de los Humos finalizamos esta preciosa ruta en bicicleta por Las Arribes del Duero. Ha sido una ruta larga. Tras un inicio exigente con dos puertos de montaña, el perfil de la carretera nos ha permitido relajarnos y disfrutar de todas las maravillas que nos ofrece la zona, y son muchas: gastronomía, cultura, tradiciones, costumbres, fauna, flora y naturaleza. Apasionante.